Manos arriba, los que vamos a jugarnos la vida. Asumo el reto de vivir sin necesidad de nadie. Locura transitoria de quien ya no sabe lo que es estar cuerdo.

Manos arriba, los que no somos capaces de dejar nada que nos haga sentir, los que no miramos para otro lado, sino que vamos mirando directamente a los ojos.

Para nosotros, jugadores de partidas infinitas de la vida, que tenemos más vidas que un gato, que vamos lentos como las tortugas y que acabamos siendo oveja negra entre tanto rebaño de postureo. A los que nos dan por muertos antes de tiempo por tanta caída…

Manos arriba, los que ya no creemos palabras que no esconden ningún hecho, que lo que suena bonito hoy en día acaba siendo sinfonía inacabada…

Manos arriba, a los que no miramos la última conexión porque creemos que la conexión más verdadera está en los ojos y en la vida. Nos da igual si sigue en línea, si tiene doble check o simplemente doble vida.

Si quiere volverá y sino le agradeceremos eternamente que no haya malgastado nuestro tiempo. Que acumular mierda te convierte en vertedero y nosotros somos más de reciclar que de acumular…

Manos arriba, esto es un atraco. Atraco a la vida, porque le vamos a robar hasta el último suspiro para gastarlo en lo que nos dé la gana. Robarle tiempo, robarle vida, robar besos que nunca se darían.

Manos arriba quien piense que esto es una locura y no la simpleza de la vida. Pequeños detalles, grandes diferencias.

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