No me digas que te pilla por sorpresa. Es una muerte más que anunciada. Tú sigue disimulando tan bien como hacemos siempre.
Como si de verdad creyéramos que esto es algo que tiene futuro. Piénsalo como si mañana nos fuéramos a volver a ver…
Ilusiones ópticas de dos personas que tienen demasiadas ganas de encontrar eso que se llama amor.
Intentando una vez tras otra hacer fuego con tan solo un par de chispas de deseo, y por desgracia, solo con las ganas de comernos la boca lo único que hacemos es partirnos el corazón…
Somos una ceniza apagada que nos empeñamos en prender cada vez que uno de los dos siente que la vida se le escapa de las manos.
Nos tratamos como los buenos magos, siempre con ese as bajo la manga y nos convertimos en trileros de un truco que incluso nos hemos llegado a creer.
Hoy por ti y mañana por mí.
Nos seguimos creyendo algo que no existe. Amor convertido sexo. Sexo que queremos convertir en amor, y aunque nos duela, aún no ha nacido mago capaz de hacer que ese truco salga bien.
Es el momento de quemar los ases de esa manga. De buscar algo más que la rutina que tanto nos une. Es el momento de dejar el truco y desvelar el secreto…
Y es que no existe secreto que este tan mal escondido como esto que intentamos tener.
Secreto a voces de quienes solo se usan para sentir calor en una cama que parece demasiado fría. Secreto a voces que uno de los dos debe desvelar y es que…
Es el momento de dejar de hacer trucos magia para intentar encontrar la magia de ese arte que se llama amor, porque…
“El amor sin trucos, es mucho más amor.”