Es la hora. El mundo no se acaba, pero creo que ya estamos bastante cerca de un Apocalipsis. Putin, Rajoy, Kim Jong-un y ahora Donald Trump.
Sí, es la hora de los idiotas. Un mundo de locos y lo que es aún peor, un mundo gobernado por unos locos de remate. Y hoy el turno es para Donald Trump…
El mismo idiota que de política sabe el doble que quien escribe estas lineas, es decir, nada de nada. Es un líder de los de hoy, de mucho dinero y muy poco cerebro.
Showman frustrado que ha decido llevar al limite el poder de don dinero y ponerse a gobernar un país como EEUU. Cultura, educación y conocimiento son palabras que ni si quiera conoce y tampoco quiere conocer. Le gusta la mofa, la burla y el insulto como métodos de gobierno…
Trump, apellido de quien siempre sera un tramposo. Racista declarado y homófobo homologado se permite el lujo de dar clase de integridad al mundo entero. El mismo que hoy dice que va a gobernar para todos, claro. Para todos los que el decida,que no sean negros, gays, lesbianas, minusvalidos y demás colectivos que ya sufren por sí solos.
Porque este cretino se cree que es una raza única. The number one. Un dios al que todos deberíamos copiar cuando en realidad deberíamos intentar que no se reproduzca.
Y por eso yo creo que la estupidez es una epidemia que ya no podemos parar. La estupidez ya es ley. El sentido común es algo que ya no existe. Y la vida cada día tiene menos sentido…
Ojo, que aquí la culpa no es solo de Trump.
La culpa la tiene quien se cree que este tipejo es capaz de solucionar los problemas que de verdad tiene la gente y le ha votado. El problema es confiar en los extremos para poder arreglar algo que no hará más que empeorar.
El problema de este mundo es que no sabemos mirar más lejos de la palabra YO.
Ojala un día esos todos que habéis votado a un homófobo y racista entre otras muchas cosas, tengáis hijos/as que os den una lección muy importante que no es otra que para votar hay que mirar más allá del yo y mas allá de mañana.