Mendigos y trabajadores que viene hoy en día a ser lo mismo. Sobrevivir con mil horas en la espalda. Mendicidad que ya va acoplada al trabajo y no a estar sin él.
Dicen que es lo difícil de empezar, pero en realidad lo que no saben es que no da ni para empezar.
Mínimo rastrero que no da ni para vivir, únicamente para subsistir, o para vivir con ayuda de los demás. Independencia de mentira. Condenados a malvivir para poder llegar a fin de mes.
Sin posibles futuros, porque demasiado haces ya para intentar vivir tú, como para pensar en dejar una descendencia en esta mierda de mundo.
Jóvenes sin futuro y viejos sin presente, si alguien lo entiende que haga el favor y lo diga,lo grite o lo baile, pero tiene que ser ya. Por favor…
[adinserter block=»2″]
Porque parece que hay que dejarlo pasar por que es lo que nos toca. Y lo a mí o único que me toca es mucho los cojones, me los toca pero bien…
Ver como los ricos se hacen más ricos mientras los demás intentamos mantener lo poco que tenemos. Sois jóvenes, es lo que «os toca,» y con este cuento para no dormir nos vamos todos los putos días a la cama pensando que mañana es un día menos y no un día más.
Maldito tiempo que poco a poco pone a cada uno en su lugar pero al que se le olvidan la gran mayoría. Maldito el cambio al que nos obligan, a vivir para trabajar y no trabajar para vivir. Los tiempos han cambiado, si, pero a peor…
El mundo está muy mal repartido, y vamos a tener que empezar a repartir mejor. Repartir si, pero ostias…
Porque sino vamos mal, muy pero que muy mal…