Me molesta la gente intermitente, la que no sabes si hoy llegará o no. Que mañana está y luego desaparece como el mago en su mejor función.
Que no sabes si volverá o no, y donde ni siquiera sabes cual es el motivo por el cual se van y vienen como el yo-yo de un niño pequeño…
Son así. Y eso te intentan justificar. Te hacen ponerse en su lugar pero ellos no se ponen en el tuyo.
No saben lo difícil que es querer a alguien más intermitente que las luces a punto de fundirse. Que es difícil dar confianza a quien no sabes si mañana se dignará a cogerte el teléfono.
Nunca da señales salvo que las reciba primero. Se creen almas ausentes, y un día se sentirán solitarias de dejar todas las oportunidades correr…
Que un día te escriben como si no pasará nada, pero no entienden que un día el que quiera ser intermitente sea yo. Uno se cansa de ser constantemente para nada…
Es fácil jugar a ser intermitente con quien aún mantiene alguna ilusión, pero es muy difícil que después de demasiados trucos de escapismo el espectáculo me siga pareciendo interesante…
Que me gusta la magia, siempre lo he dicho y lo diré, pero que uno también de cansa de esperar la función, por muy buena que pueda llegar a ser. Las entregas por fascículos era de otra época.
Que o vienes o te vas. Pero no juegues a querer un día si y otro no…