Porque no te engañes no existe final feliz si se trata de nosotros. Solo existe un malo del cuento que puedo ser yo o tú, depende de quien quiera contar la historia primero…
Y primero la voy a contar yo, así que supongo que la mala del cuento deberías ser tú, o vosotros, porque al final estoy hablando de lo mismo para quien sepa entender lo que digo.
Al final la mala del cuento deberías ser tú, y digo deberías, porque seria darte un papel demasiado importante en este único cuento de hadas con moraleja…
Moraleja como la de los buenos cuentos, la que te hace aprender lo que no debes repetir. La misma que te hace ver que está vida no es ningún cuento sino más bien aveces una puta pesadilla…
Todo cuento tiene un final y tú tenías demasiado cuento para evitar decir verdades. Me decías te quiero con la boca grande y el corazón pequeño mientras yo te intentaba besar a corazón abierto y con los ojos cerrados.
Bendita locura la mía, que sabiendo que me matabas te besaba con la misma intensidad…
Uno no entiende el cuento si no lo vive. Qué Caperucita tiene varias versiones según se cuente y según que boca bese primero. Hay cuentos en los que Caperucita se disfraza de lobo y otros en los que no sabe donde se mete.
Que no existe un final feliz en algo que se alargo demasiados capítulos en blanco, que la frase más larga era un te quiero mudo, sin más. Palabras vacías.
No existe malo del cuento, sino que al final el cuento era muy malo. Lo mejor del cuento fue la moraleja que nos acabamos regalando;
Adiós.
La próxima sera mejor, o eso espero, pero no contigo.