Madurez. ¿Qué se me viene a la cabeza al escuchar esta palabra? Una lluvia de ideas, un conjunto de conceptos complementarios, un nivel alcanzado. Bien, me explico:
Cuando alguien me pregunta si me considero una persona madura y tengo que hacer un balance de mi vida para poder contestar, sobre mi cabeza vuelan palabras como: compromiso, responsabilidades, amor, comprensión, independencia…
La última palabra que llega a mi mente siempre es la edad. Nunca puse la madurez a su disposición, y creo que nunca lo haré.
Para mí, la edad va marcada por la mente, y la mente fundamentada por la madurez de cada uno. Así, no me sirve tener medio siglo de vida si no se afrontar una verdadera y repentina adversidad, por ejemplo. Pero sí considero madurez ser capaz de continuar tu camino cuando en plena adolescencia tu vida gira 360º.
Pienso que una persona madura no debe temblar ante un compromiso real, debe ser capaz de mantenerse firme y leal ante sus principios y afrontar con ellos lo que se avecina.
Signo de madurez es no importar eso a lo que llaman orgullo, y comprender que la vida y las relaciones sin él, van mejor.
Madurez, para mí, es luchar por lo que quieres y adentrarte en boca de lobo por aquello que merece la pena, porque sabes hacer frente a las responsabilidades y/o consecuencias que aquello pueda significar.
Madurez, en mi caso, fue pasar de una vida de princesa a una de guerrera, en la que tenía dos opciones: saltar y bailar con cada obstáculo que me encaraba, o dejarme abatir por ellos
¿Cuento el final? Creo que alcancé mi madurez.
Madurar, que es más que cumplir años. Es coger los problemas de cara y no darles la espalda. Soñar a ratos pero ser más de vivir con los pies en la tierra. Madurar, es saber repartir bien los besos que se dan. Es priorizar el tiempo con quien te regala el suyo y no desperdiciar segundos con quien no lo sabe valorar…
Madurar, es navegar a ritmo constante aunque el viento una vez sea a favor y otra en contra. Que hay gente que vuela a favor de viento pero cuando sopla brisa en contra se queda estancado en el mismo lugar. Madurez es dejar de buscar ideales que vayan más allá de unos besos que te ericen la piel. No sé, quizás me he dado cuenta tarde de que ha madurado…
Ahora soy más de pequeños detalles que de grandes escenas. Escojo mejor todo lo que me hace feliz a mi y no al resto de los mortales que creen hacerme feliz con su aprobación. Que la madurez no va en la edad, va en las veces que juegas a poder equivocarse. Sumar derrotas también es madurar.
Tocar fondo para y tener que salir. Eso, además que además de hacerte madurar, te hace ser más valiente…
Ojalá nunca pierda la madurez pero manteniendo las misma ganas de comerme la vida como un niño pequeño. De reír con ganas, de hacer el idiota, de llorar sin parar, de gritar y bailar baja la tormenta perfecta…
Madurar es mucho más que sumar dígitos que marcan la edad…
Hacia tiempo que no tensamos una entrada para esta sección en la que tratamos dos visiones de una misma versión, y que mejor manera que con @loquemeencantariagritar y su definición de madurez desde el sentimiento más profundo junto con la mía. Dos almas en un mismo guión. Os recuerdo que si queréis colaborar de esta manera tan diferente no dudéis en contactar conmigo.