Empecemos por decir una verdad tan grande que no debería ni escribirla. No puedo ,ni yo, ni nadie, ponerme en el lugar de alguien que pueda tener ese lastre en su vida. No sé lo que se siente, ni lo que se pasa, ni lo puedo tan siquiera imaginar.
Sería un hipócrita.
Lo que si puedo hacer, y lo hago con toda la convicción del mundo es deciros que creo que lo que os sobra es valentía y fuerza…
Os sobran, de verdad, ovarios para empujar esa mierda a otro lugar. Valentía desde el mismo día que miras el problema a la cara. Os sobran ganas de seguir disfrutando de lo que os de la gana con el brillo en los ojos.
Os admiro de verdad, por tener la capacidad de elevar el vuelo cuando muchos creen que os han cortado las alas, no es algo que podamos hacer muchos.
Ser superhéroes en la película de vuestra vida. Directoras y guionistas de la superación en persona. Sin trampa ni cartón y sin efectos especiales, reales como la vida misma…
Os admiro, de corazón, por todos los valores que deberíamos recoger. Por los legados de sonrisas eternas que hasta ese momento nos empeñamos en no valorar tanto. Enseñarnos a saborear la vida en sus momentos más jodidos.
Por toda la fuerza que transmitís hasta cuando vuestro cuerpo no quiere ni creeros.Por las clases de superación permanente. Por salir a la calle a demostrarnos que la vida es igual aunque se lleve un pañuelo en la cabeza.
Eso no cambia nada. Que vuestra actitud es la misma siempre. No dejéis de luchar, de creer, de reír, de volar nunca, y que nunca dejéis de hacerlo…
Os lo digo a vosotras. Que quizás hoy tengáis la necesidad de saber todo lo bueno que seguís dando a la vida. Que no habéis cambiado nada.
Sigo viendo la misma mirada y la misma sonrisa con un tono diferente pero con la misma intensidad. Que sigo viendo las ganas de seguir, las de sentir y las de empujar hasta el final…
Que no os engañe la mente, que esta lucha la ganáis VOSOTRAS.
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