De verdad que lo pensáis. Os habéis creído tanto el papel que de verdad llegáis a pensar que lo soy.
Que hacerse el tonto no es lo mismo que serlo. Pensáis que soy muñeco de trapo y lo que no sabéis es que los hilos los muevo yo…
Creéis que por no decir nada no sé sabe de nada, cuando la realidad es que prefiero no discutir con idiotas. Prefiero no discutir con quien siempre cree que tener razón es sinónimo de victoria.
Alimentan su ego en función de sus victorias, en función de las veces que les dan la razón, y al final lo único que están haciendo es convirtiéndose en jonkis de la opinión.
Siempre en posesión de la verdad hasta que la nube donde viven se disuelve con los vapores de la verdad, y entonces la razón se convierte en justificación…
Justifican lo que a ti nunca te han dejado. Nunca han pensado estar al otro lado. Nunca han tendido la mano porque no les interesa nada salvo tener la razón y humillar a quien no la tienen…
Así son. De morir por la razón.
No saben que a veces, solo tener la razón, carece de sentido…