¿Tonto?¿Yo? si tú. Tú, yo y nosotros.

Porque todos fuimos tontos alguna vez. Y si quieres hacerte el valiente, me parece bien. Sufre como el que no tiene capacidad para reconocer que un día lo fue…

¿Yo? Yo si. Yo he sido tonto, pero no un tonto cualquiera, sino un tonto de los de remate. De los que podía morir por quien le mataba lentamente.

Tonto de los de verdad, de los que quieren complacer a todo el mundo para acabar siendo aquel al que nadie complace. Tonto, de los de repetir el error no solo una vez, sino dos, o incluso tres.

Tonto, de los que se hacen daño, de los que creían que todo el mundo tiene algo bueno que ofrecer, hasta que un día duele.

Tonto, de los de mirar para otro lado para intentar no ver.

[adinserter block=»2″]

De los de cerrar los ojos para no sufrir. Fui un tonto, pero de los de verdad. De los que ya no quedan.

Porque no hay nadie que quiera reconocer que ha estado en este lado. Nadie quiere asumir el rol de tonto, y mucho menos de haber hecho el tonto por alguien. Y la verdad es que todos hemos estado en este lado alguna vez…

¿Orgulloso?¿Yo? Pues si y mucho. Porque ademas de tonto también soy jodidamente listo para saber donde he hecho el tonto, el ridículo e incluso el imbécil.

El mismo tonto que hoy ya no comete los mismos errores. Porque ser tonto es un aprendizaje muchas veces injusto, pero eficaz. Lo que no mata te hace más fuerte o en este caso más listo.

Porque he aprendido de todos los errores que un día me dejaron con cara de poker para hoy poder jugar a ganar…

Porque hoy soy el mismo tonto del que un día te reías y que hoy se ríe de tu estupidez. Si, de la tuya. Que te crees dios, cuando ya te estamos preparando la ultima cena…  

«Nuestras mayores tonterías pueden ser muy sabias.«

Leonardo da Vinci

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *