Mejor conjugar el verbo vivir en presente continuo que en pasados demasiado simples. Futuros imperfectos de gente que se mata por vivir entre un latido y otro y que nunca busca ninguna perfección…
Personas de hoy, robots de mañana, jurándose un amor eterno que no les toca más que la carcasa de un corazón que no quiere sentir.
Les asusta lo que es capaz de hacer un sentimiento que no han visto nunca, salvo en alguna mala película que quieren convertir en realidad.
Presentes perfectos y futuros compuestos, de los mismos que se mueren por contentar a todo el mundo y se acaban condicionando la vida. Presumen hoy de lo que posiblemente no quieran mañana…
Y es que yo soy más de presentes continuos. Que de futuros perfectos. Que me asusta la perfección tanto como un arma cargada con fuego en manos de algún pirómano de poca vida. Qué es como dispararse a quemarropa pensar que la perfección, eres tú.
Qué yo soy más de querer un día y otro también, sin prometer amores de película, ni mucho menos amores eternos.
Que me van las cosas que tienen continuidad sin pensar más allá de mañana…
Qué quizás mi futuro más perfecto es el mismo presente.
Hoy. Qué pensar en mañana es perderse las cosas importantes del día a día…