Hoy me he dado cuando de que mucha gente se va en silencio. Poco a poco desaparecen sin saber el motivo por el que se deja ir.

Poco a poco, quizás porque estén acostumbrados a estar sujetos siempre, a ser siempre protagonista y los papeles en segundo plano no les van mucho. Es una pena, pensar que lo mejor es salir de una historia por no estar en un par de páginas.

La incapacidad saber leer entre líneas. Se van por no entender que en esto de la vida hay mucha gente protagonista que no vale nada, y que hay gente en segundo plano que nunca querrá el papel principal porque no lo necesita, pero que sin ella habría que bajar el telón y cambiar el guión de toda la obra, de toda la vida…

Difícil distinguir quien es quien cuando muchas personas van siempre actuando. Quizás ese es el mayor problema, que cuando baja el telón la gente sigue yendo con la careta puesta.

Jugar al quien es quien de la vida e ir descubriendo que la gente prefiere ser protagonista de una historia de mentira que ser la estrella de su propia vida…

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Demasiado esfuerzo en el juego, demasiadas preguntas sin respuesta. Porque un día te levantas,y ya no esta…

Es una pena la cantidad de historias que se han perdido por el camino. Muchas se han escapado por la puerta de atrás.

Los mismos que prometieron que si existía algún problema lo dirían, hoy ya no te dice ni adiós. Los mismos que se creen con el derechos de volver sin decir nada y que todo siga igual.

Que difícil volver y que todo siga igual. Al menos yo no creo en los regresos sin motivo, ni en las despedidas sin adiós.

No es lo mismo. Que nunca será igual confiar en quien sabes que mañana, quizás, vuelva a irse sin decir nada. Porque yo creo que…

Hay silencios y ausencia que lo dicen todo.

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