Así somos, de querer ocultar lo que fue jodido. De querer esconder las heridas que seguían sangrando por dentro.
De querer parar con tiritas una hemorragia interna. Cómo si el dolor fuera un síntoma de debilidad y no te hiciera sacar la grandeza que llevas por dentro…
Me cansé de tapar las heridas con tiritas de mentira. De llamar amor a quien sólo me generó sensación de vacío y frustración, y que probablemente nunca supo lo que se siente al quererse bonito.
Me cansé de escuchar te quieros que para mí ya eran simple rutina de un fracaso, un aviso para ver la fecha de caducidad. Se burló de mí y fui un comodín más en su baraja de naipes.
Yo jugaba a corazón abierto y ella no hacía más que tirarse a todos los faroles que le escribían cada noche. Fue cobarde y lo seguirá siendo durante toda la vida, al menos para mí.
No supo irse cuando ya no sabía que sentía y espero a tirarse del pedestal donde la tenía cuando más la quería…
Me canse de las excusas baratas que nos dábamos para no revolver las sábanas, porque ya ni eso podíamos hacer juntos.
Me aburrí de querer por decreto a alguien en una ley que lo único que hacía era quitarme vida en lugar de darme.
Así fue, que me quite la tirita y deje la sangre brotar a borbotones y fue el tiempo quién hizo que la herida ya solo sea una simple cicatriz de aprendizaje de lo que no quiero volver a tener…
Así es la vida..
A veces es mejor sangrar por fuera que morirse por dentro…